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La grave situación de crisis económica tomó cotas inesperadas entre 2008 y 2013 que han ido reduciéndose paulatinamente hasta llegar a nuestros días en los que el empleo, afortunadamente, está tomando auge y consolidación, sin que esto suponga “lanzar las campanas al vuelo”. La evolución del mercado laboral aún está desplegando lentamente, pero seguro que alcanzaremos una situación de pleno empleo que nos haga ser mayores de edad en esta parcela problemática que ha acarreado tan grandes secuelas.

Dentro del marco de la productividad, que es un indicador positivo del aumento de los salarios, existe un controvertido y negro agujero llamado absentismo laboral. En este sentido, las empresas que padecen este problema (unas más que otras) tienen que hacer frente a las ausencias de sus empleados al trabajo que, en términos anuales, generan un coste que supera los 13.000 millones de euros, lo que supone más del 1’5% del Producto Interior Bruto (PIB). En otras palabras, el absentismo laboral tiene un impacto de 2.800 euros anuales por cada trabajador.

José Blas Fernández Sánchez

Según un estudio llevado a cabo por el Observatorio EFR, las principales razones que originan la ausencia al trabajo son las visitas al médico (22.9%), la conciliación laboral-familiar (21.4%) y otras causas variadas como disfunciones, reuniones sindicales, maternidad, formación, viajes o fiestas, entre otros, que representan en su conjunto un 38.6%. Asimismo, según los datos arrojados por el informe, un 15% de las ausencias son de origen desconocido. Otro de los datos más relevantes es el relativo a los periodos de absentismo, siendo el más común el menor a cinco días (67.4%). Le sigue el periodo comprendido entre cinco y diez días (20%) y el superior a diez días, que supone una pequeña minoría (12.15%).

Si comparamos la tasa de absentismo laboral de nuestro país con la del resto de países europeos, puede observarse que hay estados como, por ejemplo, Francia o Italia, que cuentan con un índice de absentismo mucho más bajo, posiblemente, por la normativa que marcan sus Convenios Colectivos al respecto.

A pesar de que el mercado de trabajo parece estar recuperándose, las bajas laborales se han disparado en un 50% respecto al año 2009. Una situación que los expertos califican de descontrolada y que se ha visto influida por el gran número de bajas por Incapacidad Temporal (IT). Asimismo, laboralistas y sindicalistas mantienen la teoría de que, la disminución del miedo por quedarse sin empleo incrementa el absentismo al puesto de trabajo. Este fenómeno es una de las grandes preocupaciones más estudiadas por los departamentos de Recursos Humanos, ya que las bajas laborales varían en función de la estabilidad del empleo. Por ello, es necesario que terminemos de marcar una línea clara para poner fin a estas lacras que, en muchas ocasiones están justificadas, pero curiosamente ascienden cuando aumenta la tasa de ocupación.

En lo que respecta a la prolongación de los períodos de baja por incapacidad, las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social están desarrollando un papel esencial para controlar los procesos de bajas, pues desde que asumieron la gestión de la IT por enfermedad común todos los indicadores coinciden en que han sido determinantes para ejercer dicho control. Sin embargo, la tendencia de este fenómeno está registrando una tendencia al alza, tal y como refleja la encuesta trimestral de costes laborales elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según dicho sondeo, en el segundo semestre de 2017 cada trabajador perdió una medida de 4,99 horas al mes, lo que supone un crecimiento del 47,6% respecto al año anterior. En consecuencia, no cabe duda de que el absentismo ha suscitado un serio debate en nuestro país, ya que genera unos costes desproporcionados.

Ante esta situación, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y los sindicatos están trabajando para poner en marcha acuerdos dirigidos a incrementar la lucha contra el absentismo laboral. En conclusión, deben estudiarse los motivos de las ausencias al trabajo y buscar fórmulas de consenso para poner el absentismo laboral en su verdadero lugar, pues si dicho fenómeno sigue aumentando, provocará que las empresas, en especial, las pymes y micropymes, sean poco competitivas.

SOBRE EL AUTOR DEL ARTÍCULO

El Ilmo. Sr. D. José Blas Fernández Sánchez es presidente del Excmo. Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz-Ceuta, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Graduados Sociales y presidente de Honor del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España. Es colaborador habitual de la revista Párrafo Legal.

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